Lo importante es gastarse por Cristo
Sor Consuelo se conoce y sabe que tiene una voluntad propia muy viva. Es consciente de ello:
El mayor miedo que debo tener en mi vida religiosa es hacer mi propia voluntad.
Está convencida que ha de entregarse plenamente al querer de Dios y su voluntad la dirige hacia la divina Voluntad. Este impulso lo ha ido sublimando y elevando hasta poder llegar a decir:
Quiero que mi pasión dominante sean los intereses de Jesús, olvidarme de mi misma… ni preocuparme de lo que los demás piensan de mí… ni procuraré o buscaré para mí la aprobación, ni aun la benevolencia de criatura alguna… No hay para mí más que una cosa importante: la gloria de Dios y la salvación de las almas, y para ello, el momento preciso que se me asigna.
Vivió con radicalidad su opción por el amor a Cristo a través de María tras su vida sencilla, humilde, pobre y penitente en el camino de la «minimez». Con su forma propia de ser supo empeñarse en el camino de la santidad sin otro objetivo que gastarse por Cristo y por los demás.